Pienso qué pasaría si en esos edificios enormes de oficinas como pajareras y jaulas de vidrio polarizado hubiera, además de gimnasios, camas para coger.
Un rapidito entre papeleos, un "me voy a sacar copias" con sexo oral incluido, un descanso para tomar café del ombligo del compañer@ que te come el coco.
Un escritorio amplio donde esconderte mientras lamés los pies de tu ser deseado... o un poco más arriba... más arriba, si..
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