Lavémonos el pelo
y desnudemos el cuerpo.
Yo tengo y tú también,
hermana,
dos pechos
y dos piernas y una vulva.
No somos criaturas
que subsisten con suspiros.
Ya no sonriamos
ya no más falsas vírgenes.
Ni mártires que esperan en la cama
el salivazo ocasional del macho.
Ana María Rodas
mujer como trigal como violeta
como sandía y tormenta.
Busco una isla para gestar en ella,
para inventarme mi libertad y mi cuerpo
y todos mis movimientos"
mostrando el Gran Miedo de no llegar
a la toma de la libertad."
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